lunes, 28 de noviembre de 2011

El surrealismo en la fotografía.

Hola compañer@s, me estreno en el blog hablando de una corriente fotográfica que poco a poco me ha ido cautivando, siempre he sido de los que miran hacia atrás en el tiempo para tener una idea más certera del presente e incluso para vislumbrar el futuro. El caso es que en esa mirada retrospectiva relacionada con la fotografía, me he topado con la corriente a la que me vengo a referir, se trata del Surrealismo.

Como sabéis es un movimiento artístico que surgió en Francia en los años 20 en torno a la personalidad del poeta André Bretón.




Aquí lo tenemos fotografiado por Man Ray, y así aprovechamos para enlazar con el tema fotográfico que es donde vamos a centrarnos.

La fotografía surrealista surge en el momento en que la fotografía se despreocupa de su condición artística, desligándose de los planteamientos estéticos tradicionales, para adquirir un estatus creador, convirtiéndose así en un medio de expresión para todos los creadores transgresores de los años veinte y treinta afiliados a este movimiento.
Lo que el modelo fotográfico absorbió del surrealismo fue fundamentalmente su modo de operar y proceder en imágenes mediante la articulación inconsciente de la realidad, para ello se sirvió de dos procedimientos: las fotografías manipuladas o surrealismo técnico, y las que no fueron manipuladas, o surrealismo encontrado.
Con respecto a la fotografía manipulada fueron varias las técnicas inventadas para transmitir conceptos surrealistas como el automatismo y la libre asociación de ideas.
Para comprender cómo la fotografía puede traducir éstas ideas surrealistas hay que recordar que la manipulación de la imagen es plenamente aceptable en cuanto a que se rompe las reglas de la realidad y libera la invención y la creatividad. Se producen así extrañas formas que rozan lo onírico y que ayudan al incosciente a aflorar por medio de los sentidos.
El fotomontaje y el fotocollage proporcionaron más riqueza a las técnicas surrealistas con yuxtaposiciones de objetos altamente divergentes o creando un nuevo tiempo o espacio, lo que era el armazón que producía repentina y físicamente nuevos significados reveladores. Así que no es de extrañar que el propio André Bretón dijera que el fotomontaje era una verdadera fotografía del pensamiento.

Al principio de los años veinte, la fotografía era concebida por la sociedad como una transcripción literal de la realidad y, pese a que parezca que esto no puede aportar nada al surrealismo, será este aspecto precisamente lo que reutilizarán los surrealistas para su provecho, puesto que una fotografía tenía más credibilidad que una pintura a la hora de representar un sueño o cualquier otra imagen que evocara al inconsciente, y así puede incitar más, por su aspecto de realidad, a despertar la conciencia.
Mediante la fotografía, el surrealista era capaz de reinventar el mundo, de trastocar las referencias situandonos en un nuevo espacio de representación extraño y ajeno al que una vez sirvió de referencia en el acto de fotografiar el objeto. Y es que la realidad se transforma en una visión diferente de si misma por medio de la fotografía.
Lo que se pretende en la fotografía surrealista es que el objeto se recree en la imagen para convertirse en una versión diferente de si mismo, una imagen distanciada de su apariencia normal pero sin perder su conciencia propia, haciendo de filtro evocador del inconsciente en el espectador que mira la fotografía.

Bueno espero que os haya gustado y que al menos os despierte algo de curiosidad, a mi me parece un mundo increíble en el que seguir profundizando.

Os dejo con un vídeo donde podemos ver algunas obras del fotógrafo más representativo de este movimiento Man Ray.





Un saludo.



Alejandro Guerra Diaz.

1 comentario:

  1. El surrealismo es increible tanto en cuadros,poemas como en este caso en la imagen fotográfica ¡ Muy buena entrada,me ha gustado!

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